¿Desmaquillar o limpiar la piel?

Parece obvia la diferencia entre una palabra y otra, ¿verdad?

Os aseguro que periódicamente me encuentro con la confusión que generan estos dos términos. Cuando le pregunto a una clienta cuáles son sus hábitos de higiene facial. Una respuesta muy común es: “solo me limpio la cara cuando me maquillo”

Desmaquillar es retirar el maquillaje de tu piel. Limpiar tu piel, en cambio, es retirarle la suciedad que ha ido acumulando durante el día: polvo, polución ambiental, toxinas que elimina nuestro cuerpo…

¡Te propongo un experimento! Un día que sepas que vas a estar en casa tranquilamente sin salir a la calle, cuando te vayas a dormir pásate un algodón humedecido en agua o con una loción que tengas y observa de qué color se queda, ¡te sorprenderás!

 

 

Además, hay que tener en cuenta que no solo limpiamos la piel de toxinas o maquillaje sino también de información.

Ya sabéis que me encanta aplicar la física cuántica a todos los aspectos de mi vida…

Pues bien, la piel también recoge la información del estrés de todo el día, de la radiación de los dispositivos que usamos y de la luz de las pantallas de los mismos. Lo que pensamos y sentimos, las miradas de los demás e incluso el ambiente de dónde compartimos un desayuno o una comida dejan huella en nuestra piel y células.

Todo esto lo explica claramente y lo demuestra científicamente el Dr. Bruce Lipton en su libro “La biología de la creencia”.

 

¡Imagínate a todo lo que se enfrenta tu piel cada día!.

Es por esto que a mis clientes les propongo una rutina de higiene profunda y específica adaptada a sus hábitos y circunstancias.

¡Hay para todos los gustos!

Profesionalmente, la limpieza es tan vital, que dentro de los talleres de cosmética natural que imparto dentro de nuestro proyecto nidoreessentia.comle dedico un apartado específico. En mi taller “MímaTe” te enseño a limpiar tu piel correctamente según las necesidades que tengas y te propongo crear tu propia limpiadora y ritual de belleza (sérum, peeling, jabón, agua micelar…) de una forma sencilla, práctica y muy económica. Convierte ese momento en una experiencia de bienestar única, en un momento para mimarte.

Una piel saludable y bien nutrida, comienza con una limpieza adecuada.

¿Te imaginas a un pintor comenzando su obra sobre un lienzo que no estuviera blanco?

Espero que estas palabras te ayuden a pararte un minuto y pensar en cómo está tu lienzo, qué necesita tu piel y cómo quieres sentirte tú,  aquí y ahora.

¡Tu piel y tu cuerpo, lo agradecerán! le de

Gracias.

 

 

Mónica Osoro
hola@monicaosoro.com


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